
Bentonita un aliado silencioso de la claridad y estabilidad en la vinificación (Bentonita a Brasil)
En el arte milenario de hacer vino, donde la pasión se entrelaza con la precisión científica, existen herramientas discretas pero indispensables. Entre ellas, la bentonita ocupa un lugar de honor. No es un ingrediente que aporte aroma, color ni estructura… y sin embargo, sin ella, muchos de los vinos que hoy deleitan paladares exigentes simplemente no existirían tal como los conocemos.
La bentonita, una arcilla de origen volcánico, rica en montmorillonita, es el agente clarificante por excelencia en la vinificación moderna, especialmente en vinos blancos, rosados y espumantes, donde la estabilidad proteica es crítica. Sin embargo, su uso se extiende también a vinos tintos, aunque con criterios distintos. En tintos, la bentonita se emplea principalmente para mejorar la estabilidad y reducir la turbidez, siempre cuidando de no afectar la estructura ni los taninos, aspectos fundamentales en estos vinos. Su capacidad para adsorber selectivamente proteínas inestables evita que el vino se enturbie en botella ante los inevitables cambios térmicos del transporte o la comercialización. En otras palabras: garantiza que lo que el enólogo logró en la bodega llegue intacto al consumidor.
Pero no toda la bentonita es igual.
El mercado ofrece desde arcillas crudas de bajo costo hasta bentonitas enológicas de alta pureza, cuidadosamente seleccionadas, procesadas y certificadas para uso alimentario. La diferencia no es solo técnica; es sensorial. Una bentonita de calidad minimiza la pérdida de volumen, preserva los aromas varietales y no introduce sabores ni olores extraños. En cambio, una arcilla inadecuada puede arrastrar compuestos volátiles, generar sedimentos finos o incluso comprometer la seguridad del producto final.
Hoy, frente a un consumidor cada vez más exigente y mercados globales que exigen consistencia y transparencia, la elección del agente clarificante ya no es un detalle técnico: es una decisión estratégica.
Es en este contexto que surge una oportunidad comercial concreta y sostenible: proveer a bodegas, vinicultores y elaboradores artesanales del noroeste argentino, una de las regiones vitivinícolas de mayor crecimiento y prestigio del país, con bentonita enológica de origen local, trazable, certificada y adaptada a las particularidades de nuestros vinos. Vinos como el Torrontés salteño, con su perfil aromático delicado y su alta carga proteica, se benefician enormemente de una bentonita eficaz y respetuosa.
Esta no es solo una propuesta de insumo. Es una alianza técnica, un compromiso con la calidad y la autenticidad del vino argentino.
Link: Bentonita a Brasil