Los viñedos de Miraluna fueron planificados para la elaboración de vinos de gran expresión frutal y tipicidad varietal. La base del diseño fue alta densidad de plantación y menos kilos de uva por planta, con orientación Noroeste-Sureste.
Obteniendo así, vinos de terruño con una mayor concentración, perfecta madurez y gran tipicidad varietal.